El miedo a quedarnos solas, fue el tema de conversación mientras tomábamos un café. Mis amigas y yo hablamos sobre esa etapa de la vida en la que nos quedaremos solas y el miedo que a la mayoría le produce.
Hubo muchas opiniones y tengo que aceptar que la mayoría le teme a ese momento y dice no saber como enfrentarlo, aunque para muchas este momento esta lejano. Entre las muchas respuestas y opiniones diferentes quiero compartirles uno que me llamo la atención.
Erika nos comentaba que hasta hace poco el sentirse sola era una parte muy poco pensada en su día a día, pues desde pequeña pensar en estar sola era para ella ese momento en que aliviaba una carga muy pesada que tenia sobre sus hombros (cuidar de sus hermanos, la escuela y ser de arbitro en las peleas de sus padres) y como no quería llevarla mas; encontrar un espacio para ella era vital.
Preferir la soledad
Dijo que siempre prefería la soledad y le encontraba encanto a la obscuridad, al silencio, a su sola presencia física en su maravilloso espacio. Ese espacio que para ella era perfecto pues tenia que estar en orden, limpio y con una fragancia dulce.
Y que al pasar los años y con una familia a cuestas el estar sola se hizo imposible, sin ese espacio, sin su soledad y de nuevo cargando tan pesada responsabilidad se sentía agobiada.
Para ella recuperar ese espacio han tenido que pasar varios años(sus hijos son jóvenes y han salido a estudiar fuera) ahora ella disfruta de todos los deleites de su soledad.
No se si tu te sientes igual que ella, que estas en este proceso de quedarte sola o ya lo estas, pero ahora sabes que es normal tener miedo y también no tenerlo.
Cualquiera sea tu percepción, ahora puedes disfrutarla y enfrentarla. Aunque los momentos y las circunstancias sean diferentes, solo busca tu espacio.