Había iniciado mi negocio propio hace poco más de seis años y necesitaba innovarlo, todo se veía perfecto, mis hijos eran independientes, mi esposo tiene estabilidad económica (me puede mantener) y yo disponía de tiempo en casa para renovar, con lo que yo no cantaba es que llegaría la pre-menopausia y empiece a sabotearme. Estaba tan triste, cansada y agobiada por los síntomas que mi actitud frente a la vida se llenó de pensamientos negativos, era una mala idea emprender, nadie se interesara en lo que ofrezco, olvidaba mis citas con clientes y más. Si bien esto pudo seguir el apoyo de mi familia, terapia psicológica y visita al ginecólogo fue mi salvación, este es un tema que se habla poco, que se cree que los cambios de humor son porque tú eres así, que las sensaciones físicas son sólo exageraciones y por esta razón muchas mujeres llevan una vida cargando de fracasos familiares, personales y laborales, que con tan sólo pequeños hábitos diarios puedes combatir…. tips Parte III