Nuestra actitud occidental y falta de proactividad ha cedido la responsabilidad sobre nuestro bienestar a otros que se centran en los medicamentos, para sanar a nuestros cuerpos.
Ningún médico o enfermera, independientemente de su dedicación, tendrá el interés y la preocupación sobre nuestro bienestar. Nadie puede forzar a otro a tomar decisiones sensatas acerca de tu estilo de vida; sólo cada uno de nosotros puede hacerlo.
Cada uno de nosotros debe aprender para poder tomar decisiones acertadas que fomenten una función óptima de nuestro cuerpo, en lugar de simplemente aceptar soluciones “parche” a corto plazo que hagan “desaparecer” los síntomas. Cada uno de nosotros tiene la facultad de convertirse en su propio cuidador y de tomar decisiones que ayudarán a detener problemas de salud potenciales antes de que se originen.
El objetivo es lograr la optimización de la salud mediante el uso de nutrición suplementaria para reabastecer elementos vitales que se agotan constantemente dado nuestro estilo de vida moderno.
Si las posibilidades de evitar una enfermedad cardiaca, la diabetes y el cáncer no son un incentivo suficiente para motivar a la mayoría a adoptar conductas saludables, quizás la idea de ahorrar dinero en una economía desafiante sí lo será y así ahorrar una pequeña fortuna.
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